GRAN ESPECTÁCULO EN EL SHANGAY PRIDE DE MADRID
Una de las revistas míticas del mundo LGTB y que todos adoramos, Shangay, estaba de aniversario ya que cumplía nada más y nada menos que veinte añitos en un mundo bastante complicado para resistir como es el periodístico y en época de crisis.
Para celebrar como es debido un acontecimiento así reunieron a una veintena de artistas consagrados en un entorno privilegiado como es el estadio Vicente Calderón y ante todo, muchas, muchas ganas de pasarlo bien y disfrutar de la mejor música y el mejor ambiente.
Todos los asistentes a este macro-concierto y todos los que no tuvieron la fortuna de poder asistir coincidirán en que se trató de una noche inolvidable y un acontecimiento histórico hablando musicalmente, además de que coincidió con el Orgullo 2014 de Madrid, por lo que nada podía salir mal.
El estadio se dividió en diversas zonas para que todo el mundo se encontrase a gusto y estuviese «en su salsa». Una de las gradas fue para la conocida sala Fulanita de tal y otra para los amantes de «Que trabaje Rita», una de las fiestas más imprescindibles que tenemos últimamente, donde tuvieron varias sorpresas y fue todo mucho más personalizado, y por supuesto tampoco pudo faltar la zona de pista para los más enérgicos y con ganas de saltar y bailar a lo largo de sus más de ocho horas de duración.
Los artistas con los que pudimos hablar y que más tarde regalaron su música al público fueron muy diversos pero todos muy especiales, contando también con varios invitados al evento como Rubén Sanz, Eva Marciel o Celia Freijeiro entre otros que no quisieron perderse una noche tan especial como esta.
Hubo momentos para el reencuentro como con Natalia, Rosa López o Chenoa, momentos llenos de emoción como los que nos ofrecieron Pastora Soler y Ana Torroja, instantes épicos como con Baccara o Betty Missiego, grandes divas como Marta Sánchez o nuestra querida Ruth Lorenzo junto a la internacional Conchita Wurst, Soraya Arnelas con un estilismo impresionante muy eurovisivo, las Azúcar Moreno presentándonos su «punto de partida», los torbellinos de Nancys Rubias y Fangoria, la magia de Innocence y muchas más sorpresas que fueron sucediendo en una noche mágica para la música.
Tan solo nos queda guardarlo en la memoria y esperar que la vida nos traiga la suerte de volver a vivir una noche así.
Esther Esteban, Madrid