VEGA TRIUNFA Y DESPIERTA EMOCIONES EN LA SALA BUT DE MADRID
Por fin el momento tan esperado llegó. Vega aterrizó en la sala But de Madrid cargada de optimismo, ilusión, sentimiento, coraje, valentía, buenas letras, una gran colección de instrumentos y muchas ganas de entrar en comunión con un público que anhelaba su voz y su presencia apretados bajo el escenario donde iba a suceder el show, todo ello acompañado de un bonito look que resaltaba su brillo de felicidad y belleza..
No es nada fácil definir lo que esa noche tuvo lugar. Se respiraba complicidad y magia, unas letras que salían pronunciadas por todas y cada una de las personas que habían acudido esa noche tan especial al recinto, con lluvia y un cielo gris en el exterior pero llena de colores y alegría en el interior. Un álbum que lleva bien poco en el mercado pero que ya ha ido a formar parte de las discotecas de mucha gente, un álbum imprescindible que tras el gran trabajo y esfuerzo de Vega por darle a la luz, ya ha pasado a formar parte de todos nosotros y todos nos sentimos identificados con La Madriguera Records, a la vez que también pudimos emocionarnos cuando Vega nombró este proceso y todas las personas que la habían acompañado en esta aventura el día del concierto.
Un comienzo de gira estelar que da paso a una gira que promete, con una artista reinventándose cada día y dando lo mejor de si misma, evolucionando y consiguiendo con la noche del 25 de Noviembre uno de los mejores conciertos de su carrera.
Como era de esperar, no faltaron los momentos cómplices con el público, las emociones a flor de piel, grandes sorpresas como la canción “Como yo te amo” o otros temas insignia de su carrera como Grita!, Como yo no hay dos o Mejor mañana entremezclados con las nuevas incorporaciones de Wolverines consiguiendo no bajar el ritmo ni un momento.
Un público animado, que consiguió olvidar los malos momentos y el mundo exterior, todos compenetrados unidos por una pasión común, la música, y por la unión de todas las voces arropando a Vega. Dos horas que pasaron volando, con un ritmo imparable, una gran voz que no titubeaba y sin momento para el descanso y que deseábamos que no hubiesen acabado nunca, destacando también el tema final que terminó de emocionarnos y hizo que más de uno dejásemos resbalar alguna lágrima por nuestra mejilla.
El resultado de una carrera que ha ido pasito a pasito por el buen camino y haciendo las cosas bien, pensando en la música, en ella, en su alrededor y en el público al que tan bien cuida siempre Vega antes, durante y después del concierto, una artista dentro y fuera del escenario a la que vale la pena recomendar a todos nuestros seres queridos.
Tan solo queda esperar su regreso a Madrid, recordar aquella noche inolvidable y disfrutar de Wolverines.
Esther Esteban, Madrid